El mejor método de Corrección: Permítele que asuma sin temor las consecuencias de sus errores

El mejor método de Corrección: Permítele que asuma sin temor las consecuencias de sus errores

Tu hijo no escribe la tarea en la agenda, llega a casa sin saber que hacer y tú lo regañas, lo castigas quitándole la televisión, pero luego en el chat de mamás preguntas por lo que hay que hacer de tarea. Cuando no logra hacer la tarea le ayudas a hacerla o escribes una nota en la agenda justificándolo con la docente. En otra ocasión, tu hijo riega la taza de chocolate sobre la mesa y lo regañas, le gritas "Eres torpe", luego le pides que se retire y limpias la mesa. Tu hijo rompe sus pantalones por descuido con las tijeras y lo gritas, "Descuidado", le haces sentir que no aprecia nada, luego tu misma se los coses. Más grande, deja a la novia embarazada: "Irresponsable" y le pagas el aborto. En otro momento, no paga la cuota del carro y luego de hacerlo sentir un "Bueno para Nada", le pagas la deduda tú con tu dinero ¿Qué aprende él con estos métodos? De seguro te temerá y aprenderá a decir mentiras y engañar para que no lo regañes; responderá con evasivas como “no sabía”, “no fue mi culpa”, “es que mi amigo me obligó”. Aprenderá que equivocarse es grave y se quedará dando vueltas al problema sin centrase en la solución. Aprenderá cosas negativas sobre sí mismo. Seguramente el día que deba describirse a sí mismo entre otras cosas dirá: “Soy torpe, Descuidado, Irresponsable, Mentiroso”. "Soy un desastre... me lo decía todo el tiempo mi mamá". 

Cambia la manera de corregir a tu hijo, no importa su edad: Permítele asumir la consecuencia natural de sus propias acciones y así le enseñarás:  Que se puede equivocar pero que debe Afrontar. Aprenderá que los errores son oportunidades de aprendizaje, de crecimiento personal.  Aprenderá a resolver un problema sin temor. Aprenderá que sí puede resolver con autonomía un problema y aprenderá a confiar en él mismo  y en sus propias decisiones.   Aprenderá a no centrarse en el problema sino en la solución. 

Entonces... Si tu hijo llega sin la tarea, permítele que él mismo sea quién lo resuelva buscando a un compañero, haciéndola en una hoja y que al otro día afronte su falta de compromiso o descuido con la docente hablando con ella. Si tu hijo riega la taza de chocolate en la mesa, invítale sin regaños que la limpie. Si tu hijo corta un pantalón con las tijeras pídele que él mismo  sea quién lo cose y si es pequeño, aprovécha el evento para enseñarle a coser. 

Enséñale a afrontar y asumir sus errores sin temor, cetrando su atención en la busqueda de la solución, no en el problema mismo.